Isaac contemplando la luna está,
Pues en ocasiones sólo le gusta estar,
Para que nadie sepa su sufrir,
Y en paz pueda vivir.
El árbol de la media noche,
Testigo de su lágrima es,
Pues aunque aparente ser fuerte,
Por dentro muy débil es.
Que la noche nunca se acabe,
Recordandote Isaac está,
En sus ojos lágrimas brotaron,
Por que la paz no ha encontrado.
Carlos Barredo