Versos de agua,
de aire y de cielo,
que se lleva el rio
en noches de sueños.
Ecos de voces idas,
palabras de silencio,
para tejer un canto
que vuele sin tiempo.
Y seguir tus huellas
por dónde va el viento.
Atravesando orillas
y campos desiertos.
Y llegar a la raíz
dura de este suelo,
que vive de ayeres
y ocasos ajenos.
Remanso encantado,
murmullo de fuego,
la luna nos mira,
quieta en su misterio.