Alfredo Olhede

El amor eterno que nunca acaba

Tu piel blanca como la nieve, tu pelo oscuro como la noche, tus ojos claros como el sol.

Tu sonrisa dándome luz como la luna dando ojalá a los flores marchitando en el viento.

Como yo puedo perderme en tus ojos pero encontrarme en tus pupilas.

Tus brazos siempre me envían a mis sueños calorosos y tu amor al amanecer de mi corazón.

Tu siempre vas a ser mi porque a mi como.