Hay amores que te matan
y otros tantos te reviven;
hay amores que te arrastran
a pasiones que derriten.
Hay amores que recuerdas
y otros tantos que se olvidan;
hay amores que se cuelan
y te causan más heridas.
Hay amores tan sublimes
que se esconden en la niebla;
hay amores que son firmes
contra vientos y mareas.
Hay amores pasajeros
que llegaron sin permiso;
hay amores que yo siento
que su amor está vencido.
Hay amores petulantes
con marcado narcisismo;
hay amores que lloraste
sin haberlo merecido.
Hay amores que felices
no los mata ni la muerte;
hay amores que van tristes
como el sol en el poniente.
Hay amores mentirosos
ofreciendo el mar, la luna;
hay amores que son flojos
y solo tristezas causan.
Hay amores iracundos
que se ahogan sin sentido;
hay amores en el mundo
que no encuentran nunca alivio.
Hay amores que traicionan
y te vuelven desconfiado;
hay amores que se mofan
del amor cuando es lozano.
Hay amores pervertidos
que te buscan por dinero;
hay amores tan dañinos
que te crean un infierno.
Hay amores que son dulces
como la fruta madura;
hay amores que son lumbre
y el camino te lo alumbran.
Hay amores que son locos
y te crean fantasías;
hay amores también toscos
presumiendo de humanistas.
Hay amores que se fueron
pero nunca tú supiste,
si su amor era sincero
o fugaz e imperceptible.
Hay amores posesivos
que violentan libertades;
hay amores sometidos
que se vuelven muy cobardes.
Hay amores que bien fingen
por malvada conveniencia;
hay amores que te oprimen
y jactándose… ¡celebran!
Hay amores como dardos
que se clavan en el alma.
Y si estás enamorado…
¡Poco a poco más te sangran!
Hay amores maltratados
con su baja autoestima
y perviven soportando
cual si fueran masoquistas.
Hay amores por las redes
que se «besan» con lujuria;
hay amores que son breves
como las horas nocturnas.
Hay amores verdaderos
que duran toda la vida;
hay amores muy añejos
que por viejos más se cuidan.
Hay de todo en este mundo
y también en esta vida…
Corazones que son pulcros
y otros que mueren de envidia.