Mi tierra
Cubierta está de canales como en la hermosa Venecia, sin puentes para cruzarlos,
llenos de agua y de barro donde se da la sal que luce por los esteros, sigue siendo
marinero, aún sin poder mariscar.
Sabor a sal, tiene mi tierra bañada y al llegar la noche clara se mira la luna cual sirena
enamorada, en el más bello espejo hecho de espumas saladas, mosaico de hermoso azulejo.
Como tenues movimientos de una hermosa cuna, las aguas van penetrando por infinitos
canales llevadas por el sol o por la luna y en su camino de vuelta con suavidad va meciendo
los lazos de mi linda cuna. Cuna donde yo nací entre los blancos esteros siendo aquello un
mundo nuevo en donde yo crecí, haciéndome marinero, aunque a la mar nunca fui.
Allí duermen los recuerdos de una España muy gloriosa que detuvo a los gabachos por
invadir nuestra tierra y fueron esos canales testigos de su grandeza.
Es tan hermosa mi tierra, que un día desearon conquistarla por el embrujo que encerraba
sus murallas y quisieron hacerlo por las fuerzas tirándole con cañones, bolas de hierro y de
fuego sobre sus altas murallas, sin que los franceses lograran asaltarlas.
Y cuan si fueran fuegos artificiales, encendía el oscuro cielo de la tacita de plata con las
bombas que tiraban los franceses.
Cuántas historias enterradas en sus canales, le dieron grandeza a esa bahía gaditana,
defendida desde fuera y desde dentro, de los intrusos gabachos que vinieron a robarla,
sin poder entrar en ellas, siendo tiroteadas con fusiles y cañones, porque eran las razones
para invadir y conquistar aquella España.
Fue en la tacita de plata donde nació la primera constitución española, dando a la gente del
pueblo la voz para ser gobernada con leyes de grandeza y amor de Patria.
En ella, nació la democracia española. Ideales de unos políticos abanzádos en su tiempo, por
ella se luchó y se entregó sangre y vida en defensa de aquella carta Magna.
Expulsado los invasores de todas las tierras de España, volvió un rey, exciliádo que había
aceptado la constitución salida de la tierra gaditana y como hoja caída del árbol, voló aquella
constitución y todo cuanto en ella se había recogido, instaurando nuevamente la monarquía
absoluta.
Desde aquella fecha inolvidable de diecinueve de marzo de 1812, donde se bautizó
popularmente aquella constitución emanada en la tierra gaditana como «La Pepa» hasta el
mismo mes de 2020, pasaron por los pueblos de España, monarquías, republicas, dictaduras,
incluso, un intento de asalto en las cortes democráticas de nuestro país, para acabar con su
democracia.
Hoy, nuestra joven pero fuerte democracia, se encuentra representada en sus cortes
generales, lo mismo que en todos los estamentos públicos de nuestra nación, por una extensa
variedad de partido políticos que representa al conjunto del territorio español.
En la actualidad, después de más de doscientos años de aquella gloriosa Constitución,el pueblo
habla en las cortes generales a través de sus representantes elegidos democráticamente por
sufragio universal y libremente.
Esta España de hoy, está unida a otras naciones para formar una
Europa fuerte a la que cada día se van sumando más países.
Una unión europea con su diversidad de idiomas y culturas.
José Ares Mateos (Menesteo)