La caseta del monte,
muy arriba en vertical pendiente,
y muy paciente,
su chimenea que al cielo acomete...
Adentro hay juguetes,
más dos niños de trece y catorce,
algunos confites,
y Maite que se llama su madre...
Cuando llega Josete,
les besuquea y les cuenta un chiste,
y luego le dan al palique,
tras cada sorbo de café caliente...
La imagen es sonriente,
junto al ave que come su alpiste,
alegrando el aire
y al silencio que allí no existe...