Sólo repito tu nombre,
como una vieja oración,
evocando aquel amor
pues no existe quien lo borre;
no ha nacido quien te adore
como te he amado yo,
eres mi luna, mi sol,
el mejor de mis amores;
sólo en tus labios encuentro
ese sublime placer
la sensación de tus besos;
reanimaste yerta piel
con la fuerza de tu cuerpo:
agua viva en esta sed...