Los seres vagan moribundos en bandadas,
el accionar de la plebe ya no es digno de citar,
los barrotes que rodean sus almas, allí se quedarán,
no independizar a esta del ser y su carne
convertirá al humano en pedernales y espinas.
El ímpetu por proclamar a lo banal,
el desgano por malabarear con el cosmos,
produjo la génesis de los prójimos
que placer sinvergüenza desbordan.
Me entristece ser mancebo e inexperto,
sus risas desprestigian mi bastión,
alardean ser más sabios que Saturno
mientras derrochan soberbia, y no razón.
Versos toscos que son certidumbres,
penas del hombre incomprendido,
enfrío pócimas de arroz y tilo
en el despertar de un mañana utópico.