No pude rememorar la fantasía
que como un bullicio silente
rondaban imágenes en mi mente
en un sueño sin profecía.
En el último intento enmudecia,
cual mar que besa la arena
para resarcir su fracaso y pena;
Volaba en placidos paisajes,
sin itinerario ni equipaje,
pero, sin poder moverme apenas.