Testando a Carla con amor, le insisto
en mantenerla dentro, y le confieso
que a no tardar la sacaré, por eso,
si me resiste yo también resisto.
-¡Joder¡ te crees demasiado listo,
tú no le das descanso a la sin hueso
así la tengas encajada en yeso.
Por más vueltas que doy, jamás he visto
en vida semejante caradura,
o cambias de inmediato tu postura
o me divorcio -Me interrumpe Carla,
apostillando -¡Déjate de charla
ahora mismo y saca la basura,
que llevas ya dos días sin sacarla!