Y el dedo puesto en la llaga,
siempre, siempre ha de doler.
Y quien ostente el poder,
empuñando irá su daga.
Si ese dolor se propaga…
¡Cumplirá con su deber!
Y el dedo puesto en la llaga,
siempre, siempre ha de doler.
Porque la verdad no amaga,
eso mucho hay que prever.
Y la masa hay que mover,
siempre en contra de la plaga…
¡Y el dedo puesto en la llaga!