¿Qué importa que una mujer
o un hombre mueran?
Si somos desconocidos
si la memoria de lo que fuimos durará
lo que tarda una rosa arrancada en morir
en un florero abandonado.
¿De qué vale, entonces, vivir?
si somos fugaces y nuestra vida
tarda lo que dura en caer una pluma
arrastrada por el viento.
La muerte tal vez sea un regalo
de Natura, un alivio
un necesario regreso a la nada
que todo volverá a crear.
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