¡Adonde será el lugar perfecto, para la felicidad nuestra; a donde se encontraran íntimamente nuestras existencia; adonde estará la palabra adecuada, que devele el secreto; a donde he de ir para que me sigas al instante, donde sólo uno quedará!
¿Adónde éstas, que mi tacto aun no encuentra tu cuerpo? pero es una certeza exquisitamente única, que tal desesperación compartida; está haciendo reaccionar nuestra sensación.
Y qué, en coalición con el presente, el mejor catalizador de nuestras intenciones, es el deseo compartido; que se encarna, cuando nos vemos y cuando somos, para lo que somos.