El yugo para los bueyes,
la espada, para el guerrero,
las mazas para el herrero
y el cetro, para los reyes.
Importan poco las leyes
y nada importa el obrero.
El yugo para los bueyes,
la espada, para el guerrero.
Y aparecen los virreyes
azuzando al buen lancero.
Mientras tanto, el escudero,
impone como los reyes:
«El yugo para los bueyes».
¿Cómo se quitan el yugo,
si ese yugo no lo sienten?
Pues deben estar conscientes
que lo tienen y está duro;
que lo cargan y son muchos
los que marchan muy silentes...
¿Cómo se quitan el yugo,
si ese yugo no lo sienten?
No los juzgo, no los culpo,
por incultos no comprenden...
¡Y así van los semovientes…!
Pero a ustedes les pregunto:
¿Cómo se quitan el yugo?