Hoy, cicatrices han querido despertar inesperadamente. Estaban dormidas en medio de las venas de mi corazón. Quisieron sangrar y abrirse paso en mi camino pero les negué el permiso. El pasado ya no es. Hoy, Yo soy la dueña de mis heridas y emociones. Solo debo respirar profundo y mirar hacia el horizonte. El sol me ilumina y me da fuerzas en el día, la luna me guía en la oscuridad y una luz aún más intensa embellece mis cicatrices más profundas y me entrega una inexplicable paz.