Los días que caminan lentamente
Ofrecen la virtud meditativa;
Sus horas son hermosa comitiva
De anhelo que florece vehemente.
Invitan con sus tardes en poniente
A ser de la existencia parte activa;
Sabiendo que la vida nos motiva
Sentirla y disfrutarla plenamente.
En ella está la esencia que fulgura
Radiante como el sol de la mañana ;
Es lumbre cuya luz gentil procura
Nutrirnos de su savia soberana;
¡Obsequio que nos brinda gran Natura,
Señora señorial y sobrehumana!
Autor: Aníbal Rodríguez.