Resurges como un lucero
Con el rojo atardecer,
Te contemplo con placer,
Y repito que te quiero;
Te lo demuestro sincero,
Eres razón de mi ser,
Y te vuelvo yo a tener
Soy dichoso prisionero
De tu piel y de tus besos,
De tu exquisita ternura;
Con los sentidos aviesos,
Con pasión y con locura,
Disfruto que viven presos
De esta obsesión noble y pura…