Lourdes Aguilar

NAVÍO DE VERANO

No sabía ya de placeres ni canciones

Sólo sentía las olas lamer mis pies en la orilla

Rememorando los sueños esfumados

Las lágrimas aún húmedas del ayer

Cuando el último barco arribó

Los poemas casi casi olvidados

Que me llevaron a otros cielos conocer

Las rosas que aspiré

Mirando cómo las corolas lentamente se secaban

La piel tersa

Que al contacto de otras pieles se encendió

Efímeros contactos cuya ceniza el viento dispersó

Todo ello era tan lejano ya y sin embargo aún

Las ruinas se erguían llamando a repoblarse

Desencantado de ver la llaneza en el horizonte

Apareciste entonces etéreo entre las nubes de arrebol

Al frente de ese navío de casco refulgente como nácar

Qué diferente admirar tu piel luminiscente

Tardío consuelo llegado a mis costas desoladas  

La ansiada fantasía llamada a repoblar las ruinas

La marea, la pasión, la vorágine de aguas profundas

En mi costa solitaria otra vez hay jolgorio

A jugar la matatena bajan los astros

La curva luna bajo para saltar

La espuma danza en caprichosas formas                

Brincan las ballenas

Cantan las sirenas

Me transformo entre besos y caricias

Labios de coral, cabellos de medusa

De tu brazo solo resta zambullirnos

A descubrir en los mares lo oculto