La realidad
tuvo tantas manos levantadas
que persisten en la memoria.
Luz de las pantallas, guiños esquivos
y el sueño en un bostezo.
Un ritual desvergonzado.
Todas las manos juntas
hasta que ya no pudieron.
Cayó la curiosidad.
La consola, el desvelo, los secretos,
vericuetos de escape con el oxígeno
que les brinda un respiradero.
Ahora puede parecer ausente,
no necesita del cuerpo.
Puede enviar un emisario
si lo desea,
lo que importa
es que llegue a tiempo.
Está demorado el trámite,
le avisaremos pronto,
quédese tranquilo.
EL NÚMERO ES LO QUE IMPORTA,
puede seguir el envío.
Este certificado es el fruto…
de la burocracia.
AHORA TIENE USTED DIGNIDAD.