Carlos Justino Caballero

ALLÍ ESTABAS

 

Anduve, tal vez desorientado por la sinuosa huella

mientras salía de lo yermo que agobiaba

buscando el esplendor de primaveras

que vislumbraba en lo remoto de mi instinto.

 

¡Oh, corazón transido por centellas

que no habían sido sanadas por el tiempo!

 

Debí advertir esa mirada que hoy me mira

y esos labios que moviéndose en silencio

ahora me pronuncian en ecos recurrentes…

y la tibieza de esa piel que me acaricia.

 

Debí advertirlo y saber del inmutable encanto

que me esperaba en cercanías, donde  estabas…

 

 

De mi libro “De mis últimas letras”. 2020 ISBN 978-729-540-5