He venido a decirte, que las cosas sin ti no tienen sentido, que el mundo en el que habito no es el mismo que cuando habito en ti, que mis razones no son suficientes al momento de pensarlas, y cuando trato de expresarlas no llegan ni al mínimo de congruencia
El ardor que siento por ti, no podría compararse con la más alta llama que ha sido incendiada con la soberbia que empuja a los hombres a cometer los crímenes más viles
Es por eso que mi locura no tiene cura, el antídoto no ha sido fabricado, mi nueva enfermedad tú las has provocado, es como una plaga, en el que yo soy el único receptor
He venido a decirte, que la grandeza de tu ser me ilumina en mis momentos de oscuridad, mi raciocinio ha cambiado su mecanismo, sólo funciona para ti, el código de mi pensar ha sido construido por tu rareza única e insustituible, por esa manera tan sutil que sólo yo puedo interpretar
En cada mañana y en cada noche respiro tu piel, la epidermis que yo mismo he aprendido a olfatear, y en donde he encontrado los aromas que llevan a mi debilidad
He venido a decirte, que en cada tiempo y espacio, en cada palpitar y suspirar, te encuentro en alguna idea, en alguna canción, en alguna lágrima, en algún recuerdo, en el pasado de mis errores, en la esperanza del futuro, en un sueño irreal, en lo incierto y en la duda, en la incertidumbre de lo posible, en la añoranza de lo que será
He venido a decirte, que la simple decisión de amarte, es la prioridad única y principal de mi vida