José Luis Barrientos León

Cinco versos a tu silencio.

 

 

He renunciado a todos mis atavíos

para vestirme de azul

entre nubes y crepúsculos

despojándome de la ausencia y el olvido

hasta colmarme ingenuo del silencio

que me deje reposar sobre aguas cristalinas

de un río virginal que refleja tu figura

 

Llenarme del silencio de la mañana

que sugiere el poema a la montaña

a tu mano que sostiene los latidos

a la brisa que fecunda el porvenir

ofreciéndote cual flor al nacer el alba

 

Heme aquí,

ante el silencio y el brillo de tu rostro

integrando la palabra con los versos

procurando la plenitud de tu presencia

con la cristalina sencillez de la mirada

descendiendo las escaleras de tu alcázar

para quedar cautivado en tu silencio

 

Este es el tiempo del silencio

de la noche densa de suspiros

donde tus frágiles brazos se vuelven rejas

estrechando mi alma en tu pecho

renunciando a mi humanidad sobre tu seno

que me extasía de tu amor y tu silencio

 

Adolece mi libertad de tu silencio,

mi palabra es imposible en cautiverio

si no vivo en el jardín de tu silencio

mi corazón declina en su latido

y el verbo morirá sin ser un verso