Harto de mi orfandad
Me lancé a buscarte
Alcé mis ojos a los cielos para mirarte
Y sumergí mis manos entre nubes para alcanzarte
Con mi plegaria
Con mi súplica eterna
Con el deseo de tocar tu majestad
Con el anhelo de hallar la respuesta
Cuántas noches me viste llorar
Cuántos días me viste roto
Cuál reloj sin minutero
Me ignoraste y me dejaste seguir
Cuántas veces me viste errar
Me viste arrepentirme y suplicar redención
Cuántas veces tome el camino equivocado
Me ignoraste y me dejaste ser libre
Me ataste al latido de tu corazón
Que me persigue a todos lados
Cómo la huella del viento
Y la pisada del sol
Con tu presencia de estrella
Y tú luz invisible
Me cuidaste en tanto abismo me encontré
Y me rompiste el alma cada vez que te imploré
Cada vez que te imploré por una respuesta
Por una razón a mi intranquilidad
La razón de mi cautiverio
La razón de mi viaje sin límite
El porqué me enviaste al camino de espinas
Porqué me destinaste a dolores y olvidos
Al camino que nunca merecí
Porque hiciste de mí el sufrimiento de todos
Por qué escondiste tu rostro y detuviste tu mano
Por qué tu amor me abandonó
Y me dejaste a mi suerte
Harto de preguntarte
Alcé mis ojos a los cielos para mirarte
Volé hacia las nubes para hablarte
Y nunca estuviste para mí
Ni una sola palabra
Tan solo luceros tinturados de bronce
Tan solo una misión más
Una luna oxidada