Rostros de porcelana.
La existencia azul, en la ribera,
refleja cristalina destellos de diamantes brillantes.
Danza etérea, siluetas colmadas de gracia
Pero si es traspasado, por el llanto de los ángeles,
parece irreconocible la catástrofe ocasionada,
al malgastarse por sufrimiento, miserables opciones
Tras evadirse, liberar tal sufrimiento,
cual calamidad, ha llovido demasiado,
desgastando, indiferentes seres de hielo
En reminiscencia, el tiempo les diluyó.
Tal vez, confusión al ímpetu sagrado,
omitiendo vaciar primordialmente, lo funesto
engendran al pasar inestabilidad, un caos devastador.
Emociones deprimentes el alma han demolido
Entre estos escombros pululan demasiados afligidos,
la disconformidad carcome la pureza
en discordia interna, desequilibrios frágiles,
viven atormentados, recordando lo que al corazón desangra
Gimen frente al espejo, maltratados y marcados
débiles consienten cualquier abrazo,
la supuesta amistad, halagos furtivos,
esta hipocresía conlleva un existir desdichado.
Noches sangrantes han lastimado los ojos,
en el día a día, aparentar portando una máscara.
Con el pasar, sonrisas de porcelana son sus rostros.
Patética invisible amargura, en rostros de porcelana
están vacíos por ende, gustan de cargar puñales,
moran en perdición, compartiendo el lecho con quien fuera
Así inventan utopías morales en la superficialidad,
de cúspides a esquinas alternas le llaman, realidad.
Postulan ennoblecerse únicamente de materialidad
tal menester de apariencias, enjaula cual necesidad.
Alejando al espíritu, de sentir bienestar o percibir paz,
al final, muy tarde, percatarse de tal falsedad.
Tal víctima de si extravía la alegría,
invisible tras un rostro sin emoción aparente.
Cohabita en la profundidad de la fosa
en el lecho la tribulación, único amante,
por ende, insomnio, jornada tras jornada, miserable.
Atrapado para sufrir en la concluyente vorágine
mal augurio la vida de los malditos
doblegada la mente, el corazón se resiente.
Sin rumbo en recuerdos de conciencia negativa,
golpeando, rocas de búsqueda en el interior,
la confusa representación de la vida
llega al alma, quebrando la careta de porcelana
dejando al descubierto el rostro agusanado,
el brillo de huesos, la realidad.
Una falsificación inútil y vana de sentimientos simulados,
inutiliza el derecho a los títeres de la conformidad.
En desesperanza se contempla el abismo
truenos retumban, no hay importancia a seguir,
un episodio pirotécnico da la bienvenida al caos
El dolor y la pena son peligrosos
gangrenan, arruinan al no ser liberados
Que importa la claridad ante tal anarquía de sentimientos,
eterno gélido lecho, golpeteo incesante de la lluvia.
Únicamente lanzarse y desintegrarse.
Intuir en el último fulgor, una maravilla,
percibir la caricia del viento, limpiando el corazón de negatividad,
contemplar gotas estáticas brillando al sol,
asimilando la belleza que rodea el entorno
La acción más elevada renacer, aunque el universo arda
la ley cósmica de retribución permanece
el grado supremo, el corazón del alma,
permanece puro, en esencia fluye.
Dejado atrás la tribulación, el servilismo
el equilibrio vuelve al espíritu
Enterrada la complacencia
se existe completamente en total bienestar
Alejándose de seres inocuos, que gustan de la fatuidad,
el interior expulsa la mierda, comienza a irradiar
Destruyendo represas, jaulas al sufrimiento,
la corriente fluye, al compás de aves transparentes de iniquidad
Descubrir que es lo trascendental, de existir,
se mejora para alcanzar el camino hacia la felicidad.
Elthan