Mi bosque
tiene siete colores,
y rumores,
con extrañas voces...
Hay encantos sutiles,
la calma, la vida, el paisaje,
su lenguaje,
cada flor que se mece...
Sus matices,
que se visten de horas felices.
Y tantos acordes
para mis goces interiores..
Pero sucede que ya anochece,
y vuela la tarde,
con lo obscuro haciéndose,
a lo rebelde...
Por la noche,
las cosas son diferentes,
y el alma de las estrellas errantes,
casi envolviéndome...