Mujer apesadumbrada
al conversar con su soledad
la convida para ir
en busca de la ventura.
Cuando la brisa acaricia su rostro
y el sol broncea su piel
se siente entusiasmada
¡llena de vida!.
Al abordarla el pensar idóneo
valora el silencio calmo
que le hace compañía
…con lloros de alegría.
En lo inerte divisa el verdor
escucha el gorjeo de un ave
y el chirriar de los insectos
como si fuese melodía.
Al observar a unas personas
que estaban solo o en compaña
les brindó una sonrisa
y un saludo de cortesía.
Sentada sola en un banco
medita sobre lo vivido
y se da cuenta que la ventura
estaba en si misma y no la había perdido.