Estoy ya cansada de ti y de tus laberintos,
De tus piedras en mi camino,
Sé que te gusta verme caer en cada escalón,
Puedo escuchar tus risas a mis espaldas.
Soy el muñeco al que le arrancas la cabeza
Cuando quieres divertirte a costa de los que de ti dependemos.
Disfrutas viéndome llorar y suplicar que todo acabe.
Sólo sueño con un momento…
Con el que pueda perderte de vista.