Carlos Justino Caballero

MI DRUIDA

Seguramente un druida veló por ti,

mi roble amado,

y aunque no he visto al muérdago

parasitar tus ramas o tu tronco

ciertamente advierto la magia de rituales

y el misticismo celta

del “hombre de los robles”, cuando te miro.

 

Fuiste venerado en religión pagana

y te venero hoy y te bautizo,

pues no te quitará mi fe cristiana

nada de lo sagrado que te ha ungido.

 

Pero más allá de esa creencia tan lejana

vivo la realidad de tus sombras y tus verdes

y en ceremonia perpetua a ti me acerco

a descansar mis años

recordando tu origen en los celtas y en el mío.

 

Así te escribo y te nombro en mi alianza

encendida y pura: tú desde tus densas raíces

y yo desde mi espíritu colmado.

 

 

De mi libro “De poemas que morían”. 2017 ISBN 987-4004-38-3