lorenzo salamanca garcia

EN DIQUE SECO:

Intentaron volver al punto de partida

con el combustible gastado.

 La maleta repleta

 de errores arrugados

y afectos por estrenar.

 El reloj de la monotonía

 se paró en la penúltima hora.

 El viento del desafecto frío

 anticipo el invierno,

 en pleno estío.

 Caminantes ciegos,

 tropezaban, día tras día,

 en la misma piedra.

 Quisieron avanzar,

 sin prisas,

 con la mochila repleta de sueños,

 guiados por flechas

 pintadas de instinto.

Decididos a sobrevivir

a un naufragio presagiado.

 Sobre ruinas y desechos,

levantaron una casa sin puertas,

 de estancia única.

 Por sus ventanas

 el atardecer les devolvía

 cada día su aliento.

Las ganas, a punto de agonizar,

presas de la rutina,

fueron liberadas por una pócima de adrenalina,

recién descorchada. 

¡Comenzaba un tiempo nuevo!.