walter rafael aguero gomez

La soledad camina entre la gente.

Una soledad aburrida,

egoísta,

me envuelve;

mientras deambulo mi espacio.

Mis pasos van en silencio

sin levantar el polvo

de las miradas fingidas.

Desaparezco entre seres diversos.

Mi alma viajera

suelta sus aprendizajes

en este plano.

Los lentes de la comprensión,

de la compasión,

modifican los males

de mi agonizante sociedad

ahogada entre apariencias.

\"El amor no se enoja fácilmente\".

La ignorancia es neblina

que oculta la verdad,

apaga la consciencia,

encarcela la libertad.

La culpa es un pegamento

que me adhiere al pasado.

Oculto en el silencio,

la fuente divina

me invita a soltar.

En mi desierto

tengo mis combates espirituales;

allí,

me despojo de mi flaqueza

y salto la cerca de mis creencias,

buscando una explicación moral.

Mi alma evoluciona;

ahora,

es agua fresca

con sabor a ternura y paz,

capaz de saciar la sed

de mi semejante

que habita en la miseria

cubierto por el ropaje

de la tristeza y el dolor:

siempre al borde

del precipicio de las tinieblas.

Borro las cicatrices

de mi existencia,

dejo de leer en ellas

el porqué de mis historias .

Acepto el para qué,

 la causa de mi aquí y ahora.