La senda se va estrechando
mas no hacia el frente, hacia atrás,
los años parecen siglos
los lustros, la eternidad,
los recuerdos se diluyen
entre las brumas del tiempo
la memoria desfallece
víctima del desaliento,
de esa censura capciosa
que nos pretende ocultar
los errores cometidos,
mentiras, odios, crueldad
pero también nos impide
recordar y disfrutar
de esos momentos fugaces,
amor, pasión, libertad
en que apuramos la vida
de un trago y sin respirar.
Por eso miro hacia el frente,
a ese futuro ancestral
que se convierte en pasado
y no se deja atrapar,
a ese mañana brillante
que nos permite soñar
pero muta en pesadilla
en quimera o tempestad
en cuanto abrimos los ojos
y vemos la realidad
por eso miro hacia el frente
e intento no tropezar
con los mismos escalones
que tuve que superar
y avanzo paso a pasito
abriendo nuevos caminos
disfrutando del paisaje,
saboreando sus vinos,
bañándome entre sus playas,
zambulléndome en sus ríos
porque la noche se acerca
y la luna aún no ha salido.
Yo por si acaso me cuido,
vivo el momento con celo
amo, juego, bebo, escribo
y canto por los caminos,
procuro mirar de frente
y no sentirme perdido
porque el futuro no tiene
navegador conocido
y no puedes dar la vuelta
ni pararte en el camino,
la vida es una rotonda
con ramales infinitos
sin señas ni indicadores
que te marquen tu destino,
olvida credo y doctrina
¡deja volar el instinto!
porque elijas el que elijas
acabarás en un nicho
y no te llevaras puesto
ni medallas, ni cilicios.