Salen las flores
con ropas y vestidos
de primavera.
Sacan colores
tejidos en invierno
con su paciencia.
Y así los ojos,
del mundo y de los hombres,
aman la vida.
El día a día
se anima con las flores
y su alegría.
Cantan las aves,
gorriones y jilgueros
con los malvises.
Trinos y acordes
se mezclan y entrecruzan
en la alameda.
Grita la vida,
te anima a que la sigas
tras sus latidos.
Resurge el alma
que sale del invierno
largo y difícil.
Y recogemos
el néctar de las flores
y sus sonrisa.
Rafael Sánchez Ortega ©
04/05/23