El poema que más quiero
duerme en una caja vacía,
deseando que le dé vida,
ansioso por respirar aire puro.
El poema que más quiero
sale alegre buscando oídos
de personas que lo escuchen,
de rapsodas que lo adopten.
El poema que más quiero
se eleva y busca las nubes,
se deja acariciar por la lluvia,
y con ella, la tierra yerma cala.
El poema que más quiero,
vuela ya libre de su encierro,
abandonó por fin a su poeta,
que otros tiernos veros cultiva.
El poema que más quiero
es el último ser de la fila;
sabe que cuando otro se perfila,
ya no es, el poema más querido.
16 de noviembre de 2008
(adaptación del original en lengua catalana)
Pau Fleta