Llovió toda la tarde, me dijiste.
Y te espere sin prisa, pero sin pausa...
Quise salir a buscarte,
impaciente por ver que llegaras...
Te esperé de madrugada,
me repetiste al mirarme,
mientras la lluvia caía
y la noche se marchaba...
El café que humeaba,
la taza ya vacía,
el alma en suspenso
y la lluvia en la ventana...
Te esperé, insististe,
con los sueños viejos
queriendo ser vividos,
Te esperé con todas mis ansias...
El corazón dolido
a punto de rendirse
y la lluvia triste, confirmando
la ausencia de tus pasos...
Te esperé por si acaso
decidieras volver
cuando ya la lluvia
se hubiera marchado...
Te esperé enamorado,
me dijiste insistiendo...
Y aunque siga lloviendo
aquí estoy como siempre,
entregada, en tus brazos...