compartimos,
salidas del cielo iluminado fantasmagórico,
sencillamente dulces,
eran palomitas, pececitos multicolores, gatitas arrulladoras,
venían del viento arremolinado
de tus emociones.
No son, sin identificarse,
camilas camellos
repartidas para hacer morir las esperanzas.
Hablan de ti,
las colinas,
la lluvia principesca de adorables princesitas,
los ojos del tigre
soplando mariposas.