Carlos Eduardo

Tantas cosas

 

compartimos,

 

salidas del cielo iluminado fantasmagórico,

 

sencillamente dulces,

 

eran palomitas, pececitos multicolores, gatitas arrulladoras,

 

venían del viento arremolinado

 

de tus emociones.

 

 

No son, sin identificarse,

 

camilas camellos

 

repartidas para hacer morir las esperanzas.

 

 

Hablan de ti,

 

las colinas,

 

la lluvia principesca de adorables princesitas,

 

los ojos del tigre

 

soplando mariposas.