Quiero mañanas de sol radiante,
Quiero atardeceres purpura,
Quiero mirar la lluvia caer gota a gota,
Quiero ver las estrellas y la luna,
Quiero que entre la llovizna tu aroma se presente una vez más…
Quiero que te quedes,
Quiero que me beses,
Quiero decírtelo,
Quiero que no sea un sueño…
Mi mundo es tan diminuto
Y ahora no existirá más,
Un corazón noble que te protege de los dolores
Solo se apuñala a sí mismo.
Y si mi vida reencarna
Te buscaré para cuidarte,
Conservare mi dolor solo para recordarme
Que te debo estos instantes,
Como una cicatriz que amas por lo que te mostro,
Por esa sensación de libertad,
Por ese espectro de intocable,
Y esa memoria de tus brazos en mi cuello
Permanecerá en silencio.
Silencio que guarda el vacío
Silencio que opaca el dolor
La agonía escondida por la sonrisa,
Y del dolor salen gritos,
Y de la sonrisa brotan lágrimas,
Tinta roja corre entre mis manos…
El latir es más fuerte y los suspiros más blandos,
Es más fuerte un hasta luego que un adiós.
Y el tiempo no duda,
Y el tiempo no perdona,
Y aunque ahora sea eterno
El silencio me acompaña
Ya verás que con el sol de la mañana
Me vuelvo el viento
Y del viento brotarán suspiros
Y con los suspiros recordarás mis besos,
Y en la noche seré luceros
Y con sus destellos seré recuerdos,
y con esos recuerdos vendrá la lluvia,
gotas de sal por la premura,
y mientras gota a gota se condena,
la luna y las estrellas brillarán en las alturas
y es entonces cuando recordarás
yo vengo de las estrellas,
yo vengo de la luna.