Winni Romero

SUSURROS

La tierra te está llamando, 

con cada gota de tus ojos 

cedes a ser abrazado por ella.

Las campanas oxidadas 

replican en lo alto tu nombre.

 

Mi voz es débil y mi brazos frágiles.

 

No hay consolación del viento, 

Las aguas, ahora rojas,

no pueden lavar más heridas,

la sombra del más grande árbol

ya no protege las flameantes penas. 

 

Mi voz se rompe y mis brazos caen. 

 

Las plantas desean crecer en ti

sin tú antes haber florecido.

No escuches la petición de la tierra 

sin antes conocer su aroma, 

sé libre de querer estar en ella.

 

Soy la tiza que el descuido dejó caer.

 

Pian y revolotean en las copas.

Saltan y se deslizan en el agua.

Ven, amado reflejo mío,

a danzar junto a las flores 

que el viento lleva a su ritmo.

 

¿Puedes escuchar todas mis voces?

 

Las burbujas del mar cuando se rompen,

los suspiros del volcán dormido, 

 el lamento de las guitarras, 

los latidos de las flores huérfanas 

y los pasos de las hormigas.

 

Te nombro en cada movimiento.

 

Te suplico a la luz de tu mirada 

que me abraces alma mía. 

Iremos juntos al vacío 

dibujando sonrisas en

el rostro.

Iremos queriendo ser uno del otro.