Hay un beso que vive y que muere, un beso que agoniza y se arrastra. Un beso que escala tus pechos y ahoga donde todo inicia y acaba.
Hay un beso pegado a tu ombligo, un beso que en tus piernas busca alas. Un beso dormido en tus párpados y que en tu boca de rojo se sacia.
Hay un beso atado a tus labios, un beso mojado de esperanzas. Hay un beso que tu cuello anida y que muerde cargado de ansias.
Hay un beso que llama a la vida, que abre puertas y ventanas. Para que vuelen las sombras heridas y llegue desnuda la mañana.