El ruido de la ciudad,
interrumpe la respiración
corta el dialogo de habitantes.
La soledad abre las venas,
corta la vida, un juego mortal,
se desliza como hojas secas
por adoquines y esquinas vacías.
El amor escucha la brisa,
escucha las caracolas
desde el fondo de ti.
Como,
una gaviota,
su voz,
conexión de amor,
hilo de la pasión.
entre el viento norte
y rocas bañadas de sal.
Ciudad, has perdido.
¿Por qué no callas?