Acepto la poca luz del invierno,
bajo un cielo gélido,
y en el centro de todo éste frío,
un sobresalto...
Momento incierto,
en esta mañana de blanco hielo,
pues un perro furioso,
me ladra estridente y belicoso ...
Le amenazo con mi palo,
como si fuera un domador leonino,
y ahuyento el frío,
al ser mi furor punta de fuego...
Fui tan colérico,
que por un atajo a todo trapo,
el perro maleducado,
huyó de mi vera muy asustado...