Morir en una tarde de verano,
con el sol calentándome la piel,
con la brisa refrescando
... mis sentidos,
con la mar acariciando
... mis oídos,
y una bella mujer implorando
... que no muera,
¡eso sería morir
como yo quiera!
Y que su respiración boca a boca,
cuando ya cansada, se enfríe mi piel,
en vez de despedida
... ¡fuera miel!
xE.C.