Caballero con mejor gracia, que mereces,
sin merecer tanta complacencia,
que a pesar de que en idilios
causaste fastidios en la concordia
a la dama que hoy su cariño te refrenda,
ella vuelve a ti, y te solicita como aliado,
por lo ingente del amor que en su alma duerme,
mas aprenderás esta vez que no se hace
lo que realizado ya está y hoy mereces
sin merecer -de ella- esta oportunidad.