Sabotaje
La vida macilenta, coqueta y escabrosa
se pierde en el deseo de un alma misteriosa;
aquella con designios y ansias de poder.
Soldados y civiles: la lucha los encierra
y es un deseo vivo de conquistar la tierra,
consigna y sabotaje de un nuevo amanecer.
Con tanques equipados y plumas bien cargadas
cruzaban por los campos las aves en parvadas
siguiendo el desatino de la cobarde acción.
¿Acaso pues la lucha redime la muralla?,
¿acaso que el delirio consagra la batalla?,
¿acaso no habéis visto correr a un escuadrón?
Los prados, las colinas, los mares y los cerros
observan con tristeza ladrar doscientos perros,
que trae el genocida durante la misión.
—¡Cobardes y malvados! —Les gritan mientras pasan,
la vida de inocentes con balas acompasan;
el odio los penetra, rebeldes del histrión.
La vida es ambiciosa, longeva sin calmantes
y lleva por precepto «la paz en los instantes»,
el odio, la venganza, la fe sin comunión.
Y allá cuando el cortejo resuena cornetines
la gente sale al paso diciendo por confines:
—¿por qué seguir la guerra, porqué, ya no hay razón?
Dux Den