Cometas en el semblante de la Luna
Belleza en todas partes
En la textura del mamífero
Una antorcha despierta en el fondo de los mares
Las luces corroen la perfección de los instantes
Y una voz se enciende y despierta
La percepción es incolora si no percibe tu ser
Somos un horizonte embebido
Todos los colores se confunden
Y preguntan por su Fausto
Por la certeza del tiempo y del espacio
Que el contexto sucumbe en su paleta
Hemos construido encantamientos
La piel supone que el paraiso concibe su cielo
Que el infierno es una marmota o un colibrí
Y este nombre que ilumina su espora
Quisimos concebir todos los abismos
Pero es imposible dormir sin un abrazo
Sin el calor de los días venideros
Sin la consciencia de los gremios
Pido por la voz iluminda
Por la insignia hecha fuego
Por lo siempre encendido
Por tu verbo de amapola
Por la textura del asfalto
Por tu hoz y por tu risa