Don Paco el anciano
esta triste, tiene surcos en el alma
que le recuerdan sus años de vida
sus amores perdidos, sus sueños rotos
sus luchas y fracasos, sus alegrías y penas.
Don Paco el anciano
se sienta en el banco del parque
y mira a los niños jugar
con nostalgia y melancolía
quisiera volver a ser joven
y empezar de nuevo su historia.
Don Paco el anciano
se levanta y camina lentamente
hacia su casa solitaria
donde nadie le espera ni le saluda
donde solo tiene libros y recuerdos
que le acompañan en su soledad.
Don Paco el anciano
se acuesta en su cama fría
y cierra los ojos cansados
esperando que la muerte le visite
y le lleve a un lugar mejor
donde pueda encontrar la paz.