Verónica Lozada

El violín de Nina

Sólo un experto podría tocar las cuerdas de este violín

equivoco los  caminos y deshacer el paso cuesta

de venida he encontrado flores sobre las que tuve un idilio

de miradas y deseos descompuestos

 

Las hojas están pudriéndose

el lodo ha manchado hasta mis rodillas

gusanos entraron a mis botas

y han querido lamerme los pies

 

Muerta de sustancias he despertado

en un bosque hermoso

los bosques no son para quienes muerden y beben sangre de corazón

 

He traído tormenta

y son devastadoras

dejan damnificados

los huesos

la piel

las relaciones

las nucas de otros

que de tanto desearme

se han llevado el desencanto

de una libélula

que no es más que mosca

que se posa en la mierda

 

Se qué pasará algún tiempo

antes de  transformarme

y entonces tendré modales

para quien no puede  ver un rato de verdad

y mejor

cien mentiras

antes que decir

sin fusiles

que has matado un cangrejo

subastado

tu alma

mordido un perro

 

 

¿Cómo creer en la gente buena?

si es la que más daño me ha hecho?

Ocultos en su falsa tentación

en mentiras

que  pretenden obtener de mí un resumen de mis miedos.

 

Pero los malos, esos malditos

que han ido y regresado

nada me piden

ellos saben con sólo mirarme

que he muerto

y no molestan

no irrumpen mis linderos

acompañan

porque saben lo que es la muerte de ir

muriendo desolado.

 

VERONICA LOZADA© 2011 Tráfico de Orquídeas