Fotos Descoloridas
Cuando hundido en mi camino,
me encontré un viejo poeta.
Él también viajaba...
solitario, sin rumbo.
Me sonrió.
Miré el puñado
de poemas viejos
que asía en su mano izquierda.
Con su mano derecha aún escribía.
Le pedí uno de sus poemas.
Me lo obsequió.
Luego desapareció,
esfumado como en un haz de niebla.
Me senté a leer el poema,
y al estudiarlo atento...
¡Me desmayé!
Decía:
*
Ahora porto en mi rostro, tan irónico reflejo,
es la cara de aquel viejo, que de niño me aterraba.
Veo aquel mismo ente impío, que siempre lanza mi espejo,
despojarme la belleza, que en otrora me arropaba.
*
Al despertar vi que el sol
había desaparecido.
Todo era difuso y obscuro,
como de luto.
Empecé a explorar,
y en un fugaz destello
de luz
pude ver que...
la bóveda inmensa de mi memoria
me mostró imágenes rústicas y deterioradas
como una ciudad abandonada,
dejando ver, vestigios de vidas
una vez vibrantes.
Pude ver que dejaron un zapato roto aquí,
una muñeca sin cabeza por allá.
Platos despeltrados, tazas en añicos.
Una estufa oxidada.
Macetas secas.
Fotos descoloridas.
Esqueletos de gatos.
Todo fue muy claro para mí.
El lote cubierto de hojas crujientes
bajo mis pies como una alfombra
por la que deambulé
en un trance frío.
Aullidos a lo lejos.
Risas, y cenizos rezos.
Una algarabía demente.
Una radio toca mambo,
parpadeo para cambiar la estación.
Ahora es primavera,
y la radio toca Rock.
Parpadeo de nuevo, y la radio calla.
Es Invierno.
No distingo
si es el comodín,
o el rey
que sostengo en mi mano,
de esta baraja
desteñida y desgastada...
¡que la vida me tendió de mano!
Tommy Duque
Sep 10 2020
Riverview, Michigan.
Copyright © Derechos Reservados.