Al mirarte a los ojos con gran anhelo
llenose de gozo mi pequeño corazón
eufórica el alma que bese tu cielo
enamorado el deseo de tener tu ilusión.
Golpeando sin fuerza la pared de mis miedos
amarro el coraje en la carcel del dolor
mientras suspiro y muero en mi encierro
por no confesarte mi verdadero amor.
Mi elocuencia es muda como la voz del viento
te susurra y se enfrenta con su tenue temple
seré el admirador que te ame y contemple
y en mi silencio escriba lo que por ti siento.
Vieron mis ojos un sin fin de bellezas
vieron la tersa piel, pero no la inocencia del alma
y al mirarte distante me asombró tu pureza
que muy dentro sentí el calor de tu llama.