Tú viniste a encender las luces que estaban apagadas
Tú viniste a darle sentido a mi vida
Tu sonrisa alegra mi alma
Y si soy feliz es por tu compañía.
Tú eres el motivo y la esperanza para seguir en pie
Y ahora estoy bien, mis heridas limpié.
Si. ¡Soy feliz! Desde que tu nombre pronuncié.