¿Dónde estás muchacha ausente?
Que no encuentro tu mirada ardiente.
¿Qué andas haciendo?
¿Dónde estás ahora?
Que estoy muriendo
por estar contigo a solas.
¡No te vayas de mí!
¡No me dejes ahora!
Que no sé estar sin ti,
la soledad me ahoga.
Ven, aquí te espero,
ven, que solo yo te quiero;
ven, compañera del alma,
ven, a mí, mujer amada.